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¿QUÉ HACER EN MARRAKECH?

Actualizado: 19 jul

Marrakech es una vibrante ciudad del suroeste de Marruecos, conocida por su mezcla única de tradición y modernidad. En su corazón se encuentra la plaza Jemaa el-Fna, un lugar lleno de vida con músicos, encantadores de serpientes y puestos de comida. La medina, con sus callejones laberínticos y zocos repletos de artesanía, ofrece una experiencia auténtica del mundo árabe. Marrakech también destaca por sus jardines, palacios y riads, que reflejan la rica herencia cultural de la ciudad. Es un destino que despierta los sentidos y deja una huella imborrable en quienes lo visitan.

1. Medina de Marrakech
La medina es el núcleo histórico de la ciudad y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es un laberinto fascinante de callejones estrechos, casas antiguas, riads ocultos y mercados llenos de vida. Pasear por aquí es como retroceder en el tiempo: verás burros cargando mercancía, artesanos trabajando a mano y una mezcla vibrante de olores, colores y sonidos. La mejor forma de conocerla es sin mapa y dejándote llevar.


2. Plaza Jemaa el-Fna
Este enorme espacio abierto es el centro neurálgico de la vida pública en Marrakech. De día, encontrarás jugos naturales, tatuadoras de henna y curanderos tradicionales. Al caer la tarde, la plaza se transforma en un verdadero teatro al aire libre: aparecen músicos gnawa, narradores de cuentos, encantadores de serpientes y puestos de comida local con tajines, cuscús y caracoles. Es una experiencia sensorial única.

3. Mezquita Koutoubia
Es la mezquita más grande de Marrakech y uno de los iconos de la ciudad. Su elegante minarete de 77 metros es visible desde muchos puntos y está decorado con detalles de piedra y cerámica que representan el arte almohade. Aunque no se puede entrar si no eres musulmán, el entorno es precioso para pasear, sobre todo al atardecer, cuando la luz anaranjada embellece el paisaje.

4. Palacio de la Bahía
Construido en el siglo XIX, este palacio fue concebido para ser el más grande y lujoso de su época. Su arquitectura incluye techos tallados en madera, mosaicos zellige y patios adornados con fuentes y jardines. Era la residencia del gran visir Si Moussa y más tarde del sultán. Ofrece un ejemplo espectacular del arte islámico-andalusí y transmite una atmósfera de serenidad en medio del bullicio de la ciudad.

5. Jardín Majorelle
Diseñado por el artista francés Jacques Majorelle en los años 20 y posteriormente restaurado por Yves Saint Laurent, este jardín botánico es un remanso de paz. El contraste entre el azul cobalto de sus edificios, el verde de los cactus y el sonido del agua crea un ambiente casi meditativo. Es uno de los lugares más fotografiados de Marrakech, y merece cada clic.

6. Museo Yves Saint Laurent
Ubicado junto al Jardín Majorelle, este museo celebra la vida y obra del diseñador francés que encontró en Marrakech su segunda casa. Aquí se exponen bocetos originales, trajes icónicos y objetos personales. El edificio en sí, de diseño moderno con toques marroquíes, ya vale la visita. Perfecto para los amantes del arte, la moda y la historia contemporánea.

7. Palacio El Badi
Construido por el sultán Ahmed al-Mansur en el siglo XVI, fue considerado uno de los palacios más magníficos del mundo islámico. Hoy en día solo quedan sus ruinas, pero su grandeza aún se intuye en los muros, las enormes piscinas y las vistas desde las terrazas. Alberga además una colonia de cigüeñas que hacen sus nidos sobre las paredes, un detalle encantador.

8. Tumbas Saadíes
Estas tumbas datan del siglo XVI y fueron redescubiertas en 1917. Aquí descansan los restos de la dinastía saadí, que gobernó Marruecos en una época de gran esplendor. El mausoleo principal, con columnas de mármol italiano y una cúpula tallada en madera de cedro, es sencillamente impresionante. A pesar de su pequeño tamaño, es uno de los lugares más bellos de Marrakech.

9. Medersa Ben Youssef
Esta antigua escuela coránica es una joya arquitectónica. Construida en el siglo XIV, fue uno de los centros de estudio más importantes del norte de África. Sus patios interiores con mármol, estuco y madera tallada son un testimonio del refinamiento del arte islámico. Caminar por sus pasillos y pequeñas habitaciones te transporta a otra época.

10. Zocos de Marrakech
Los zocos son mercados tradicionales que ocupan gran parte de la medina. Están divididos por gremios: el zoco de las especias, el del cuero, el de los tintoreros, el de la metalurgia, etc. Aquí puedes comprar productos locales como alfombras bereberes, lámparas, cerámica, babuchas y joyería. El arte del regateo es casi una obligación y parte del encanto del lugar.

Fotos; MARRUECOS

 
 
 

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